Manuel Baldomero Sampedro, más conocido como Manolo el Pirata, ha sido uno de los mejores y más populares dj’s que ha dado Valencia a la historia del clubbing, la cultura dj y la música de baile. Alcanzó el éxito en la recta final de la era de la “ruta del bakalao”, siendo uno de los dj’s que se implicó en dar forma al sonido de la mítica sala ACTV. Su popularidad le hizo pinchar por toda España y algunos países extranjeros, así como editar varios discos.
Hace ya casi 5 años murió de una manera desgraciada e inesperada, aunque de eso no voy a hablar en este artículo. Yo le conocí personalmente en su último año de vida, nos presentó el dueño de una editorial para que trabajáramos juntos en una producción que nunca llegó a completarse del todo ni a editarse comercialmente, y que yo ahora pongo a disposición de cualquiera que la quiera escuchar. De lo que trata este artículo es de como nos conocimos, como trabajamos juntos, de lo mucho que me enseñó y de la gran persona que fue.
Entre mi adolescencia y mi mayoría de edad yo era asiduo a la sala ACTV. Allí pude disfrutar de la fabulosa música que se pinchaba en aquella sala, música que entre otros pinchaba en aquel momento Manolo el Pirata. Además de visitar la sala los fines de semana, mis amigos y yo andábamos siempre tratando de conseguir cintas grabadas con sesiones de los dj’s de la sala. Fue la afición a la música de baile de ACTV, lo que entre otras cosas me hizo estudiar técnicas de producción musical.
Con veintipico años (no me gusta dar muchas pistas de mi edad) yo me había montado un estudio de grabación con unos amigos, y tenía otro mini-estudio de proyectos en casa de mis padres. Andaba buscando sacar adelante producciones propias, que algún sello se interesara por alguna cosa mía, que alguien me encargara algún remix… Un amigo que había estado metido en el mundillo me presentó al dueño de una editorial musical que tenía también un estudio propio fantásticamente equipado. Este hombre se interesó por mis producciones y por mi manera de trabajar, y decidió darme un encargo, me preguntó si estaría dispuesto a trabajar con un dj amigo suyo que tenía un tema entre manos, lo cual acepté encantado. Cual sería mi sorpresa cuando el dj resultó ser Manolo el Pirata.
Manolo era un tipo accesible, muy simpático y enormemente educado y amable. En cuanto fuimos presentados en el estudio del dueño de la editorial, Manolo se interesó por ver de que manera íbamos a trabajar juntos, que horarios nos íbamos a poner, en que lugar trabajaríamos… En aquel momento yo tenía una lesión en la rodilla que me impedía andar bien, así que ir a mi estudio en Alfafar o estar desplazándome de manera constante al estudio del dueño de la editorial era un poco “complicado” para mi, pero para mi sorpresa Manolo no tuvo absolutamente ningún inconveniente en venir al mini-estudio de proyectos que tenía montado en casa de mis padres, donde vivía en aquel momento. Pensé que a Manolo igual le parecía cutre trabajar de esa manera por su trayectoria profesional, ya que ese mini-estudio no estaba todo lo equipado que haría falta, pero todo lo contrario, estaba encantado. Además como yo estaba lesionado de la rodilla siempre me preguntaba si necesitaba que me llevara en su coche a algún sitio. Como ya he dicho, era muy amable.
Pues allí estabamos, yo viendo como alguien a quien admiraba de adolescente venía a mi casa por las tardes a trabajar en una producción, y Manolo poniendo su confianza en un principiante. Manolo era alucinante trabajando, no tenía apenas conocimientos de producción, pero tenía una cualidad que a prácticamente nadie le he observado nunca: tenía perfectamente toda la canción construida en su cabeza y sabía explicar perfectamente su estructura y como debía sonar. Era como sentarse con un escritor que dicta palabra por palabra una novela que tiene en su cabeza y tu la vas escribiendo a máquina. Nos entendimos bastante bien, aunque lo cierto es que entenderse con Manolo para trabajar es algo que cualquiera podría hacer, ya que tenía mucha paciencia para explicar cualquier cosa y mucha verborrea para expresarse fácilmente de diferentes maneras.
La canción en la que estuvimos trabajando se llamaba One Way, y para mi fue una sorpresa. No se trataba de nada techno, ni house, ni mákina… One Way era una fusión de estilos de música negra, funky, R’n'B, hip-hop, break… todo ello sazonado con unos toquecillos para funcionar en pistas de baile. Me soprendió que Manolo estuviera interesado en esos estilos musicales, yo tenía otro concepto de la música que le gustaba, pero me comentó que al realmente le interesaban muchos tipos distintos de música y le apetecía probar con algo así. Manolo me trajo algunas pistas de voz y de trompetas, y también varias pistas rítmicas, todo construido con muestras de librerías comerciales. También me trajo bastantes muestras y loops sin usar que quería meter en la canción. Al parecer empezó a trabajar en la canción con otra persona pero no lo terminaron, y mi función era seguir con el trabajo que la otra persona dejó. Durante varias semanas Manolo el Pirata se pasaba por mi casa por las tardes y nos dedicábamos a cuadrar y pegar loops, recortar samples, combinar voces, buscar samples nuevos en mi librería, construir algún “subidón”, ecualizar, mezclar… Según me comentó Manolo su intención era acabar el tema, luego pasarle las pistas a otro productor amigo suyo para que hicera una remezcla de corte housero y editar ambas cosas en un vinilo. Aquellas semanas del invierno de 2004 fueron realmente entretenidas y sobretodo muy didácticas, recuerdo que hasta Manolo tenía alguna idea disparatada de la portada del disco: “Podíamos poner a una chica muy guapa en bikini sentada en el suelo abierta de piernas, y en el suelo colocar una señal de tráfico de único sentido (me parece que de ahí lo de One Way), con la flecha apuntando a la entrepierna de la chica.” Yo me partía de risa cada vez que me lo contaba.
Acabamos One Way, no estaba bien mezclado y tenía alguna muestra que no terminaba de encajar pero se podía escuchar, incluso Manolo se llevó una copia de trabajo que se atrevió a pinchar en un garito y que enseñó a alguna discográfica. Manolo me dio algunas indicaciones sobre cosas que había que corregir en la mezcla y en alguna muestra y que me pidió que hiciera por mi cuenta, y tras eso dejé de verle.
Durante varios meses estuve sin saber nada de Manolo, no me llamaba y si le llamaba yo tenía el móvil apagado, así que estuve trabajando en otra producción con otra gente. A finales de primavera Manolo me volvió a llamar, me dijo que había estado muy liado montándose un garito al lado de la playa y por eso no había contactado conmigo. Quería acabar el trabajo que habíamos empezado, me pidió que acabara la mezcla de One Way para llevar el tema a masterizar. Como estaba muy liado con la otra producción en la que estaba trabajando, lo cierto es que no acabé la mezcla.
Unas semanas despueś, me pasé con unas personas por Nux, el garito que Manolo había montado. La gente con la que fui a Nux habían estado produciendo conmigo un disco, como alguno de ellos era colega de Manolo, fuimos a enseñarle el disco. Yo pensaba que Manolo igual estaba enfadado conmigo por no haber acabado la mezcla de One Way, pero me equivocaba, no me acordaba de lo accesible y amable que era Manolo. Aquella noche Manolo pinchó nuestro disco en Nux, llevamos un testpressing para ver que tal sonaba en el equipo de un garito y estuvimos charlando con él y tomando una copa. Tras esa noche decidí que tenía que acabar la mezcla de One Way y llevársela a Manolo… pero ya no tuve oportunidad.
Pocos después de aquella noche Manolo fue asesinado, pero como ya he dicho, de su muerte no voy a hablar.
Han pasado casi cinco años, y hace unos días buscando un CD con unas canciones encontré una carpeta con varios DVD-R que guardan masters de trabajos antiguos. Que sorpresa me llevé cuando en uno de ellos encontré las pistas de One Way. Por fin he corregido muchos de los fallos que Manolo me pidió que arreglara en la mezcla y el tema se podría decir que está acabado.
¿Y ahora qué? Pregunté a varias personas, algunas me dijeron que lo llevara a alguna discográfica o que lo vendiera en mi sello online Debug Music, pero eso no sería justo. He decidido que cualquiera lo pueda descargar y escuchar libremente, y espero con ello no molestar a nadie. No tengo constancia de quien fue la persona que empezó la producción de el tema con Manolo, pero si en todo este tiempo no ha dicho nada por ningún sitio supongo que no le importará.
De todos modos hay que escucharlo con cuidado, porque no es para nada algo típico de Manolo el Pirata, y de hecho tengo claro que mucha gente va a creer que no es ni suyo. Como ya he dicho, es un tema fusión de varios estilos de música negra, con funky, R’n'B, hip-hop… Pienso que curiosamente esto le añade más interés a la canción, porque así muchos pueden descubrir una vertiente artística de Manolo que quizá no conocían. También sé que Manolo estuvo trabajando en otros temas con más gente en sus últimos meses de vida, algunos de esos temas eran más de “su estilo”, pero yo solo puedo hablar de el material sobre el que trabajó conmigo.
Ahora descargad el tema en el siguiente enlace, y que lo disfrutéis como disfruté yo trabajando con Manolo el Pirata.
MANOLO EL PIRATA – ONE WAY (click botón derecho + guardar enlace como…)
Os dejo mi contacto en Facebook por si queréis comentarme algo sobre el artículo.
Un saludo a todos.
Teo Tormo
Muy interesante la historia con el gran Manolo el Pirata. Muchas gracias
ResponderEliminarEN GLORIA ESTE
ResponderEliminarSe agradece mucho cuando gente como tú comparte artículos como este desde su experiencia. Gracias
ResponderEliminarGracias amigo por compartir tu experiencia
ResponderEliminarGracias Tormo por compartir esta vivencia que tuviste con uno de los Maestros mas Grande que a existido D E P un Saludo.
ResponderEliminarSiempre estoy tonteando con la produccion de musica aunque nunca ne he puesto manos a la obra. Leer este blog me ha animado!
ResponderEliminarEsta tarde me pongo con el fl studio un ratin
Dedicaba mucho tiempo a sus mezclas tenía muy buen gusto para responder a cualquier canción que se le apareciera en su mente en su momento inaudito tiempo preciso para sincronizar impresionantes introducciones que otorgaban el don i la sabiduría de su labor que nos otorgaba cada vez que lo escuchábamos hacía temblar toda la sala único en su especie incomparable
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